Alberto Segura nació en Madrid en 1956. A los siete años, se fue a vivir a Zaragoza, y a los once inició sus estudios de bachillerato en Ávila, luego en Sigüenza, después en León y, por último, en Madrid. Allí se estableció, casi definitivamente, en Becerril de la Sierra, un bonito pueblo de la sierra de Madrid.
Ha sido funcionario, profesor de informática, empresario, locutor de radio, director de una revista, fundador de una asociación de psicoterapia y atención temprana para niños con TDAH, y a lo largo del año da charlas sobre gestión de emociones y expresión oral y corporal. También es piloto de ultraligeros y de drones.
Esa variedad de lugares recorridos junto a la de actividades realizadas ha dado al autor una gran capacidad de observación de los diversos caracteres humanos que refleja en sus trabajos, casi siempre en clave de humor.
Estudia las debilidades humanas y, frente a la frase atribuida a Lord Byron de «Cuanto más observo al hombre, más quiero a mi perro» opina que, aunque los perros son unos excelentes amigos, no ha conseguido nunca que hablen, por lo que, aunque coincidiendo con Byron, lo expresaría de este modo: «Cuanto más observo al hombre, más fuerte sujeto mi cartera», frase menos filosófica pero más práctica.