Alejandro Fernández Alameda (Jaén, 1978) es autor de numerosos cuentos, relatos y poemas, algunos de los cuales no han sido conservados por voluntad propia. Hombre polifacético en diversas materias, como la pintura, la música, la literatura y las lenguas (tiene estudios y conocimientos prácticos del inglés, francés, árabe, chino mandarín, etc.) y está capacitado para leer obras maestras entendiendo el arte como forma de cultura, y, en particular la música no “bajo reto personal y social” sino como “renovación genésica”, concepciones que conforman la planificación de un buen futuro. Su primera novela publicada, El «don» del esquizofrénico (2007) le ha reportado un nivel firmemente sólido gracias a la introducción de un breve resumen explicativo sobre la esquizofrenia, explicaciones teóricas que reseñan los avances científicos de la terapia cognitivo-conductual. El autor de esta introducción, Antonio Luis Maldonado, hizo muestra significativa de la disminución de la frecuencia de las “voces”, oírlas con mucho menos volumen, afectar menos, y, sobre todo, creer que son los propios pensamientos. El intrínseco valor literario que ejemplariza Alejandro en la narración de sus vivencias en Londres ya queda marcado desde que tituló prontamente el libro, bajo el título Las dos caras de Londres, novela hermética, que puede ayudar desde el punto de vista didáctico, al igual que El «don» del esquizofrénico. La labor de empuje de saber que más que un enfermo era “una persona con problemas”, ayudó mucho a Alejandro en otros aspectos de su vida, que han repercutido, andando el tiempo, hacia un desarrollo importante de sus grandes capacidades, elevando la categoría de obras como Poemas de un visionario o Una estancia ideal, que quedaron erigidas cual recónditos emporios, en contra del dolor de un mundo de hipocresía y crueldad.