Ana Belén Luján Ledesma (Nacimiento en Madrid, pero originaria de Cabeza del Buey, 1988). A pesar de no considerarse una urbanita, nació en una ciudad, concretamente en Madrid, pero a los pocos días ya estaba en mitad de la naturaleza, entre amapolas, margaritas y espigas, donde los días eran aventuras que vivir y momentos que compartir, donde los rayos de sol han ido acariciando su cara y bañándola con su luz, lo que se nota en su tez.
Tiene la suerte de vivir en Cabeza del Buey, pueblo de Extremadura, y de haberse criado con su familia en el campo, donde sus mejores amigos eran su hermana pequeña, su perra, llamada Chiquitín, su gatito negro, sus ovejas y sus gallinas. Allí, sentada en el umbral, de pequeña ―con apenas tres años― ya leía; fue al colegio el año que cumplía los cinco. Tenía cuadernos azules sin muelle que le traía su tía de la imprenta, los cuales rellenaba con dibujos, otra de sus pasiones, y con historias inventadas sobre el campo, las flores, su familia y sus amigos, los animales.
Licenciada en Psicopedagogía, con un Máster en Formación del Profesorado en Educación Secundaria: Orientación Educativa y diplomada en Magisterio de Educación Infantil, es la orientadora del instituto de su pueblo. En su trabajo constituye el faro que orienta a los adolescentes atribulados para que encuentren sus caminos, asegurándose siempre de que tengan luz.
La vida la ha hecho ser valiente. Ha perdido su motor por el camino, su padre, pero este ha dejado una gran huella en ella, su recuerdo. Una frase enmarca siempre a Ana Belén: «Hoy mi madre, mi hermana, mi hermano pequeño y yo somos fuertes».