La historia de Arturo Galán del Coso, nacido en Valencia (España) en 1991, es un viaje fascinante a través del tiempo y la literatura. Desde una edad temprana, su mente inquisitiva estaba destinada a explorar los reinos de la imaginación y la narración.
Apenas con doce años, Arturo escribió su primer relato, un logro impresionante que revelaba su innato talento y su profundo amor por la escritura. Su inspiración brotaba de las páginas de la
literatura fantástica que floreció en la primera década de los años 2000, influyendo en su estilo y visión creativa.
Sin embargo, el camino de Arturo como escritor tomó un desvío mientras perseguía sus estudios universitarios. Fue necesario un largo período de más de diez años antes de que volviera a tomar
la pluma de manera seria. A lo largo de esos años, vivió y trabajó en diversos lugares fuera de España, pero su impulso de escribir nunca lo abandonó. La escritura seguía siendo una constante en su vida, una pasión que lo guiaba incluso mientras se dedicaba a su vida laboral.
Fue después de superar los treinta años de edad cuando finalmente logró concretar su sueño de escribir. La idea que había empezado a gestarse dos lustros atrás cobró vida en su primera obra,
El Dugash: Libro Primero, marcando el inicio de una saga que prometía cautivar a los lectores con su imaginación desbordante.
Arturo se había convertido en un autor más maduro, enriquecido por un amplio espectro de influencias que trascendían el género de la fantasía. Sus intereses abarcaban desde la ciencia
ficción hasta el ensayo político, económico, psicológico, filosófico e histórico. Esta amalgama de conocimientos y perspectivas infundía profundidad y diversidad a su narrativa, creando
historias que trascendían las fronteras del género y resonaban en una audiencia amplia y ecléctica.
La historia de Arturo es un testimonio inspirador de la perseverancia y la pasión por la escritura.
Su viaje literario es un recordatorio de que, a veces, los sueños tardan en materializarse, pero con determinación y compromiso, incluso las ideas que germinaron hace años pueden florecer
en historias memorables que enriquecen el mundo de la literatura.