Nació a finales de 1943 en Santander, donde su padre ejercía de notario.
Cuando tenía cuatro años, su familia se trasladó a la ciudad de Telde, en Gran Canaria. Aquel viaje, que partió del Musel de Gijón en el trasatlántico Marqués de Comillas, y el encuentro con tierras, costumbres y clima tan distintos marcaron sus incipientes y sensibles percepciones.
Cuando tenía doce años, falleció su madre y regresaron a la península.
Allí finalizó los estudios de bachiller y preuniversitario, y se tituló en la Escuela Oficial de Radiodifusión y Televisión.
Ingresó, por oposición, en RNE, donde ejerció diversas funciones: informativos, comentarios en transmisiones de ópera, programas, lotería, etc.
Su afición a la escritura, tanto en prosa como en verso, hizo que le encargaran durante dos años la composición diaria de un romance sobre dos noticias, una positiva y otra negativa, versificando ambas.
Su carácter independiente y emprendedor lo llevó durante años por otros derroteros, sin abandonar nunca la lectura y la creación poética.
Durante su infancia, cuando tenía nueve años, su padre lo llevó desde las islas a pasar un verano con sus tíos en el pueblecito de sus antepasados, en los Picos de Europa. Aquella familia de gente sabia, culta y, en algunos casos, trastornada, lo puso al día sobre la historia y mitología de la tierra.
A esas vivencias y esos conocimientos está dedicada esta novela: Cuando el tiempo era futuro.