Carmen Ferrer nació en Zaragoza en 1947, y a los cuatro años se trasladó con sus padres a Galicia (el Finisterre que le llamarían los romanos), donde vivió hasta los veintiuno, cuando se casó y se mudó a vivir a Panamá en pleno golpe militar dado por el general Omar Torrijos Herrera el 11 de octubre de 1968.
Se licenció en Interiorismo y tiene un diplomado psico-físico de Hata Yoga, donde dio clases de dicha disciplina en la Universidad Nacional de Panamá. Trabajó como modelo para la casa Christian Dior y participó en la película de 007 que se rodó en Panamá en 2008.
Vivió en Panamá, Costa Rica, Medellín, Cartagena de Indias, Cuba, Francia e Inglaterra. Y cuando le preguntan de dónde es, suele contestar con unos versos de Facundo Cabral: «No soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad ni porvenir, y ser feliz es mi color de identidad».
Hizo el Camino de Santiago dos veces, una andando y otra a caballo. Le gusta pintar, cantar ópera y bailar tango.
Memorias de Cenicienta es su ópera prima.