Celia Astiz Carranza, española, nace en Madrid un 14 de septiembre. Se siente muy madrileña, pero no olvida sus raíces familiares, de Navarra y Cuenca.
Se educa en un colegio francés, de monjas, del que guarda muy gratos recuerdos; gracias a unas excepcionales profesoras, que allí impartían clases, se despierta en ella la pasión por el arte, la historia y la literatura.
Le gusta todo lo que tiene que ver con la creatividad. Aficionada a la pintura, aunque ahora sus pinceles, por circunstancias, están dormidos. Hace un taller de escritura creativa y la pluma viene otra vez a buscarla; desde entonces las musas la acompañan. Celia nos manifiesta: «Escribir me procura los momentos más felices, nada se interpone entre el papel y yo, es la libertad absoluta».
Este es su primer libro y ya está trabajando en un segundo.