Diego Asenjo saltó al abordaje de la vida en 1983 en Oviedo (Asturias), y eso ya marca carácter.
Desde entonces se ha dedicado a mirar las cosas, a tocarlas cuando le dejan, y a hablarlas cuando le escuchan.
Su compromiso social, poético y friki le empujó a participar en distintas asociaciones culturales, políticas, juveniles y ONGs.
Mientras sus compañeros de colegio escuchaban pop, rock e, incluso, a Bom Bom Chip, él pasaba las horas memorizando y afinando en su garganta canciones de los cantautores más clásicos. Así, entre versos musicalizados de Miguel Hernández, Alberti y Benedetti, fue ensayando poemillas con mayor o menor éxito.
Su frikismo le llevó a escribir cientos de poemas en foros de poesía, especialmente en Cyberdark -In Memoriam- (lugar de culto para los amantes de la literatura de fantasía y ciencia ficción).
En 2010 inicia su colaboración con Noche Tras Noche en su tertulia de actualidad, aceptando en 2012 el reto que le lanzó su director, Marcos Vega, de hacer la sección “El Converso, la actualidad en verso” saliendo airoso cada semana de ella, o al menos sin recibir abucheos del respetable.
Y entre risas y bromas se dijo “¿Y si hacemos un libro?”. Así nacen mejor las cosas, estando de coña entre amigos.