¿Quién es Dirty Harry?
Empecé a pintar hace unos años porque pintar dibujines era una nueva forma de expresarme. Momentos difíciles en el trabajo… tuvieron como forma de expresión un lápiz, un rotulador y un papel.
Decidí crear «mi momento» pese a mis largas jornadas laborales, y el único rato posible para dedicarme a ello era el transporte público hacia mi trabajo. 12 minutos de ida en cercanías y 12 minutos de vuelta que hicieron de una rutina un momento creativo.
Este ratito, que aún hoy es un hobby para mí, poco a poco fue enganchándome. Este esfuerzo diario por buscar mi momento y mi forma de expresión hicieron que mis dibujos fueran mejorando. Un día decidí enseñar en mis redes sociales lo que hacía; ese día fue el principio de todo.
Para mostrar mis dibujos la mejor plataforma que encontré fue la red social Instagram. Cada día colgaba en ella mis dibujines. Al principio la respuesta era casi nula. Si un día no podía dibujar, no ocurría nada, no es un trabajo, era un hobby y el objetivo fue seguir disfrutando.
Con el paso del tiempo la calidad de los proyectos fue en aumento. Todavía me saca una sonrisa mi primer dibujo y lo muestro siempre con orgullo. Pero no fue solo la calidad lo que iba en aumento… también empezaron a llegar seguidores, comentarios positivos hacia mis dibujos y, como no, empezaron a llegar los trabajos.
Hoy en día cuento con más de 23000 seguidores en Instagram y casi 11000 en Facebook. Realizo láminas que se pueden adquirir en mi página web, además de diseñar escaparates, portadas de revistas y dibujos para campañas publicitarias, además de impartir talleres para que la gente se motive a desarrollar su creatividad y se divierta con ello.
Entre mis seguidores se encuentran Paula Echevarría, Maxim Huertas, Laura Sánchez, Patricia Conde, Bibiana Fernández… y es que son muchos ya los que siguen cada mañana mis dibujos, lo que hace que cada vez quiera superarme un poquito más y poder así seguir mostrando estos mensajes positivos y claros cada mañana en mis redes.
Todo empezó con 12 minutos de ida y 12 minutos de vuelta en un cercanías para expresar mi creatividad y nos ha llevado hasta este libro que vas a leer, junto a los textos de Cristina Castro.