Soy Eduardo Domínguez, profesor y entrenador nacional de culturismo, entrenador personal, preparador de competidores, experto titulado en nutrición deportiva y suplementación así como juez de físico culturismo.
Empecé en este deporte en el año 1989, para potenciar un poco mi fuerza y potencia para las artes marciales, pero muy pronto descubrí que el culturismo era para mí el deporte por excelencia, desde el primer entreno creo que quedé enganchado a él, así que muy pronto deje las artes marciales para dedicarme más de lleno al culturismo.
Es un deporte que al principio resulta un poco duro porque no sabes muy bien por donde tirar, ya que hay muchos maestrillos sin idea dando consejos, y más hoy en día, porque antiguamente no
había información pero ahora hay demasiada pero poco fable, por lo tanto aquí es muy importante contar con un buen asesoramiento, ya que de lo contrario puedes abandonar por falta de resultados.
Por los años 90 no había mucha información sobre este deporte y muchísimo menos sobre ayudas químicas, donde sigue siendo un tema tabú. Compraba todas las revistas que salían, de ( Muscle
Mag y Muscle & ftness ), que aún las conservo y todos los libros que encontraba, ya que siempre me ha gustado saber el por qué de las cosas y como conseguirlas, y a día de hoy, sigo aprendiendo
e investigando cada día, tanto en información de artículos, como cursos de formación.
He sido competidor varios años, a principios de los 90 aunque reconozco que no soy de los que les guste competir primero por el stress que me crea, y segundo porque soy una persona bastante
tímida y tengo pánico escénico, por lo que el competir no se me hace nada fácil. Aunque en breve espacio de tiempo quizás vuelva a las tarimas si las lesiones me respetan.
El hecho de escribir este libro, es porque creo que hay mucha falta de información sobre farmacología deportiva o peor aún en estos tiempos, mucha información errónea, donde se cree que mas es
mejor, lo cual esto sí que es un atentado a la salud.
Eso sí, que una vez os pica el verdadero gusanillo de este deporte no lo abandonareis jamás, aunque temporalmente lo dejéis por motivos laborales, personales o lesiones como me ha pasado, casi
siempre volveréis, porque para mí es el mejor deporte que existe y más completo, esa sangre fluyendo por los músculos, esa congestión muscular, ese dolor temporal y ese sacrifcio que al fnal tiene
su recompensa.