Eduardo Sánchez (Vigo, 1976) perteneció durante veintiún años al cuerpo de
la Guardia Civil, período durante el cual vivió experiencias tan difíciles como enriquecedoras a nivel interior, conllevando estas la concesión de varias condecoraciones al valor y al mérito profesional.
Por el devenir del destino, la vida hizo que acabase instalándose en una pequeña, hermosa y a la vez enigmática y misteriosa localidad del interior
de la provincia de Pontevedra de nombre Ponte Caldelas.
Durante el trascurso de una oscura, fría y lluviosa noche, típica de los inviernos gallegos, un encuentro con lo imposible, con lo sobrenatural,
cambió su enfoque y perspectiva de ver la vida tal y como la percibimos.
Este espeluznante pero dichoso y asombroso episodio suscitó el interés del programa televisivo Cuarto Milenio, que contó con la presencia del
autor en plató.
Posteriormente, le sirvió de inspiración para la creación de La curandera del olvido. Una novela negra de ciencia ficción, obviamente sin parecido
con la realidad.
«En ocasiones, los seres humanos necesitamos de una pequeña chispa que encienda la poderosa hoguera de nuestro despertar espiritual para que
la luz se imponga, como siempre, a las tinieblas».