Emilia Juste Román nació en Santa María de Buil, un pequeño pueblo del Prepirineo de Huesca.
Más tarde, su espíritu inquieto la llevó a la ciudad de Barcelona, donde vivió muchos años sin perder el contacto con sus raíces y el entorno en el que creció.
Ya desde niña se sentía atraída por las historias que iban y venían a su alrededor. Historias que llegaban hasta ella en cualquier formato: conversaciones, textos que encontraba y releía una y otra vez, imágenes que despertaban su imaginación… Para Emilia, eran como pequeños hilos invisibles que fue atrapando y tejiendo en tapices hasta conseguir hacerlos visibles en estas páginas.
En este libro, nos ofrece una pequeña selección de mundos de color en diferentes espacios y tiempos que nos harán reflexionar sobre los misterios de la vida.