Enrique Conde, ingresó al grupo Renacer el 31 de octubre de 1995, conjuntamente con su esposa Ana Zaida a consecuencia de haber perdido, el 16 de setiembre de 1993, a su hijo, primogénito, Enrique
Aníbal, para ellos siempre “Eriquito”. En el interregno de esas dos fechas han manifestado que fueron 2 años viviendo una vida sin sentido y no queriendo seguir viviendo de la manera que lo hacían, desde la pérdida del hijo, cuando se enteraron de la existencia de Renacer, a través de una entrevista televisiva, inmediatamente concurrieron por primera vez a una reunión del grupo en la fecha ya citada.
Por entonces, les era imposible a los integrantes de los grupos tener, de primera mano, los conceptos de Renacer, por carecer de una fuente accesible, como existe hoy.
Los conceptos de Renacer estaban dispersos en publicaciones, escritos originales de los primeros tiempos, encuentros y publicaciones diversas, de sus iniciadores, Alicia y Gustavo Berti, que llegaron a su conocimiento, partiendo de una vieja carpeta que obraba en “Renacer Montevideo”.
Además, fueron engrosando el caudal de su información, las grabaciones de los distintos encuentros realizados, a algunos de los cuales pudo asistir con su esposa.
Él dice que recordando la afirmación de Kant de que la razón de nuestra existencia en el mundo, es evolucionar y ayudar a evolucionar a los semejantes, buscaron con su esposa la manera de difundir el pensamiento de Renacer´ a través de la palabra de sus iniciadores, Alicia y Gustavo Berti, de quienes dice haber aprendido que, aún con una crisis existencial, e inmersos en esa confrontación con un destino que pareciera dominar nuestra vida por completo, continuábamos abiertos a otros seres que siguen existiendo y esperan algo de nosotros.
Así nació “Paginas sin punto final, para un libro sin punto final”