Esther Franco, nacida en 1968 en Puente Genil, ha logrado ser, en cada etapa de su vida, lo que ha deseado. Criada en un entorno rural, su camino vital, reflejado también en este relato, es una narración de transformaciones, aprendizajes y una evolución constante. Sus experiencias han moldeado su perspectiva sobre la vida: de niña trabajó en el campo con su familia e incluso en una fábrica de membrillo; con el tiempo, se dedicó a la peluquería, fue comercial, vendedora de productos eróticos, constructora… además de madre, amiga, esposa, hija y hermana. En cada faceta siempre ha buscado ofrecer su mejor versión.
Gracias a esta capacidad de adaptación, ha enfrentado con éxito diferentes épocas y circunstancias. Le ha plantado cara a la vida (en el diccionario, las entradas “desarrollo personal” y “positividad” llevan su foto). Actualmente se forma e invierte en contratos por diferencia (Contracts for Difference, CFD, en inglés). Tiene un gran maestro del que aprende no solo sobre finanzas, sino también sobre la vida misma. Por eso, plantea este libro como una preciosa muestra de amor (y sabe de lo que habla, porque ella misma es amor con patas).
Parte de las ganancias serán donadas a Asemi Estepa (asociación estepeña de familias con personas con discapacidad y diversidad funcional) y a Afneos (afectados neurológicos ostipenses), un reconocimiento del cariño que le tiene al pueblo estepeño