Fátima Torres Caravaca nació en Madrid en 1996, pero hace cuatro años decidió mudarse a Valencia, atraída por el mar. Siempre ha sentido que su forma de ver el mundo es distinta, como si caminara a contracorriente. Esa sensación de no encajar le llevó, desde muy joven, a observar la vida con una mezcla de rebeldía y curiosidad insaciable.
De adolescente, su espíritu inconformista y sus ganas de expresarse la impulsaron a contar su historia, para inspirar a quienes también se sienten fuera de lugar. Conectar a través de la escritura ha sido su refugio y su forma de comprender los altibajos de la vida. Sus textos son su catarsis, un reflejo honesto de amor, ira y toda emoción que le atraviesa.
Tras estudiar Filología Inglesa, Fátima decidió cambiar de rumbo y se formó en Turismo, lo que la llevó a trabajar como marketing manager en un hotel de Valencia. Pero su verdadera pasión siempre ha sido la escritura, un arte que se entrelaza con sus intereses por el cine, la filosofía, las relaciones humanas y esos momentos fugaces que definen nuestra existencia.
La amistad es el motor que impulsa su vida. Cree firmemente en el poder de las conexiones genuinas y en cómo estas nos transforman y nos guían en el caos cotidiano. Esa idea late en las páginas de su primer libro, donde recoge reflexiones profundas sobre su vida, teñidas de aprendizajes y conclusiones que nos invitan a aceptar la fugacidad de lo que amamos, porque es precisamente eso lo que lo hace único.
«I pray every single day for a revolution». (4 Non blondes)