El carcamal ataca por tercera vez. No contento con su apoteósico inicio ni con la que lió con su primera “novelilla”, este abuelete, que ya cuenta con setenta y dos años, vuelve a la carga para que no nos olvidemos de este briviescano añejo. Quiere dejarnos claro que está dispuesto a dar tanta guerra como le dejemos, convencido de su buen hacer.
Tras el éxito de la primera edición de El franciscano errante – Crímenes en Briviesca, cuya acogida fue valorada muy positivamente, se vio obligado a lanzar una segunda edición a los dos meses y una tercera a los seis meses debido a la alta demanda. Posteriormente, el gavanense de adopción nos sorprendió con su segunda obra, El franciscano errante – Una lápida no da la paz, que ha superado el éxito de la primera novela.
Ahora, infatigable e incansable, arremete con la tercera entrega de esta trilogía, El franciscano errante – Un ataúd, ¿y…?, con la seguridad de que será otro éxito indiscutible.
La gran incógnita que queda es: ¿habrá una cuarta novela en la saga? ¿Se convertirá en una tetralogía? Chi lo sa? Es probable que ni él mismo lo sepa. Solo el tiempo lo dirá. Sin embargo, por ciertos comentarios que ha dejado escapar en algunas presentaciones, de existir una cuarta entrega, gran parte de ella estaría ambientada en Galicia y versaría sobre “las meigas”.