Imaginación en estado puro, así es Garre.
Desbordante, inteligente, dinámico y generoso en su vida al igual que en sus escritos, donde analiza valiente los tiempos que nos toca vivir. Leer sus relatos significa explorar y profundizar en la locura desenfrenada y deshumanizada hacia la que se encamina la sociedad actual.
Sus reflexiones, saben como pocas, tocar la fibra sensible de quien ha tenido la suerte de leer la filosófica naturaleza que esconden sus textos y es que solo una de sus obras ha sido publicada a día de hoy, la que usted tiene ahora mismo en sus manos.
Más cerca del ensayo literario que de una novela de ficción, esta obra le saca los colores con sus vergüenzas incluidas a una sociedad autocondenada por si misma, por su falta de valores y el sentido crítico de la vida. Un mundo futuro en el que confío que no lleguemos nunca y del que de forma tan brillante nos advierte.
Mas allá de su creencia en Dios y del profundo respeto que siente por todas las religiones de la Tierra, donde los ángeles jugamos un papel tan importante, el autor de esta lectura, pone de manifiesto y desde la complicidad de la ciencia y su empirismo, que algún día religión y ciencia caminarán juntas.
Pero sin duda que la mejor de las reflexiones a la que se nos conduce a través de este libro es que La vida, al igual que la muerte, no es sino una puerta por las que se entra y se sale respectivamente a lo largo de toda una existencia y que el simple hecho de creer en ello constituye la garantía de la eternidad. Todo un grito de optimismo que puede ayudarnos a superar el momento más delicado, el momento de morir.
Esta obra es sin duda un soplo de aire fresco en mitad del tan viciado y enrarecido ambiente que sin descanso nos ahoga.
Firmado
Wrotadhel Arcángel.