De nuevo ante vosotros, para contaros y cantaros algo que me ha pasado en los últimos dos años, después de publicar mi primer libro: ¡AH!
Como ya sabéis, nací en 1951. Familia humilde, aún había posguerra. No se pasó mal del todo. Estudié bachillerato y llegué hasta preu, me puse a trabajar y… hasta hace poco.
Me casé, tuve dos niñas y ahora tengo dos nietos, Lorena, mi ojito derecho que ya tiene dos años y Daniel, “chupito” de seis meses, guapo y simpátco que ya apunta maneras de tenor.
Desde los trece años llevo escribiendo poesía y ahora, a punto de cumplir sesenta y seis tacos, acabo de terminar mi segunda entrega que os presento con la ilusión de que os gusten los poemas que he pergeñado con esfuerzo y a veces con dolor. Ya está hecho.
Los poemas van repartidos “a mi entender”según los sabores (de ahí el título) que pueden dejar en la boca del que los lea, de quien los sienta, de cómo duelan…
Ya he terminado. Otros poemas reclaman ya mi atención. Os espero en el próximo… si es que aún os quedan ganas. Gracias a todos.