Hernando Ballesteros Arango, nacido en 1952 en Génova, en el departamento del Quindío, Colombia, descubrió desde su adolescencia su afición por la escritura. Su habilidad con la pluma y la palabra escrita sirvió a muchos de sus allegados para redactar mensajes de reconciliación.
A los 17 años, mientras cursaba el bachillerato académico durante el día, decidió complementar su formación con un curso nocturno de mecanografía, redacción y ortografía, lo que le permitió escribir con mayor calidad y confianza.
La muerte de su abuelo materno, quien con su ejemplo le inculcó el hábito de la lectura bíblica, lo motivó a profundizar en las Sagradas Escrituras, a las que ha dedicado más de 20 años de estudio y reflexión diaria.
Fue precisamente esta lectura la que lo impulsó a escribir esta obra, con el propósito de compartir la relación que, según su análisis, existe entre las catástrofes y desastres naturales causados por los elementos de la creación y la desobediencia de los habitantes de la Tierra.