Ian Lorens nació el 1 de enero de 1962 en Vilanova i la Geltrú, una ciudad costera en la provincia de Barcelona.
Sus padres, Servando y Rosa, llegaron a esa bonita ciudad desde Andalucía, a finales de la década de los cincuenta buscando mejores perspectivas laborales y un futuro más prometedor donde montar una familia, igual que hicieron tantas personas durante aquellos duros años de la posguerra.
Ian estudió en un colegio de Vilanova y al terminar su formación optó por dedicarse a la misma profesión que ejercía su padre, el cual tenía una empresa de pintura.
Integrado plenamente en aquel proyecto laboral, y tras crecer como profesional, lo consolidó y lo expandió hasta ejercer la decoración casi en su totalidad. En ese camino conoció a su mujer, Mari Carmen, siendo muy jóvenes. Juntos formaron una familia, que más tarde creció con la llegada de dos hijos, Álex y Marta.
Pero Ian llevaba dentro de él escondida o dormida la pasión por la escritura. Él soñaba e iba madurando en su cabeza la idea de escribir. Su mente volaba y seguía soñando… Veía lugares, personajes, situaciones…, y de esa bonita locura surgió su primera novela: La Rosa del Norte en junio de 2019 y en segunda edición en diciembre de 2019.
Con su primera novela ya se sentía realizado, había cumplido como escritor, pero ahora se da cuenta de que quiere seguir escribiendo más, y más, y más…
Su sueño de escribir sigue adelante, con nuevas sensaciones indescriptibles y difíciles de explicar, nuevos proyectos que comienzan como tal, pero que al final acaban siendo sueños cumplidos y una realidad satisfactoria y palpable.
Acabar un libro para él es como tener un hijo, que se espera con la ilusión y el deseo de tenerlo entre las manos. Asegura que habrán más, ya que el sueño no se ha terminado. Prueba de ello es su segunda novela: Y de repente, tú…, publicada en agosto de 2021.
Con esta tercera novela: ¿Qué vas a hacer con tu vida? El sueño sigue creciendo, para él es una satisfacción poder seguir conquistando a sus lectores con nuevas historias.
Manifiesta que: «Si un barco pasa por mi lado, me quiero subir y navegar. Si es un avión el que se aproxima a mí, quiero subirme y volar hasta donde me lleve, y, si solamente es un sueño, por favor, no me despertéis…, ya que quiero seguir soñando…»