Isabel Gañán nació en Madrid (1958). Se formó en el colegio Hispano-Alemán y es licenciada en Derecho. Amante de la lectura y de la poesía, en particular, se decanta por autores como Miguel Hernández, Antonio Machado o San Juan de la Cruz. No es hasta 2010, cuando comenzó a escribir poemas, tras el fallecimiento de su hija, Rosalía.
La adoptó a la edad de siete años en Rumanía y falleció a los dieciséis. A pesar de haber convivido tan solo nueve años, su vida y, sobre todo, su muerte a una edad tan temprana, han producido en la autora una profunda huella existencial.
En sus poemas habla de sus sentimientos, emociones y recuerdos ante tan trágico acontecimiento, pero, sobre todo, trata de expresar el profundo amor que siente por su hija. Según confiesa la autora, ella es su fuente de inspiración.
Se trata de un libro que canta a la vida, pues, a pesar de que Rosalía ya no esté, sigue presente en su recuerdo. Al igual que el título de uno de los poemas, hay un «hilo invisible» que une a madre e hija más allá del tiempo.
En el ánimo de la autora está llegar a aquellos lectores que han perdido un hijo y que puedan sentirse identificados con alguno de los versos que componen el poemario.