Jaime del Egido Mayo (1955) nació en el seno de una humilde familia de campesinos, en Laguna Dalga (León). Este es un pueblecito en medio de El Páramo leonés, meseta entre los ríos Órbigo y Esla.
Se trata de una comarca reconocible por su terreno árido y climatología extrema, que forjan el carácter noble y perseverante de sus habitantes (la misma perseverancia que necesitaron para sobrevivir durante siglos en difíciles condiciones).
Su familia, tan numerosa como divertida, es uno de los pilares imprescindibles de su vida.
Vive en Oviedo, Asturias. Según él, «Oviedo es un pueblo un poco más grande, cuyas gentes han sido acogedoras conmigo —más, sin duda, de los merecimientos de un auténtico cazurro—».
Es enfermero de profesión.
En esta ciudad fundó una familia, adquirió hipotecas y tiene las mejores facilidades para disfrutar de su propia familia, amistades y aficiones.
En breve, tiene previsto sacar a la luz otro libro que estará formado por una selección de relatos cortos.