Autor de La Atalaya, firmada con el pseudónimo de Jesús Aurelio Marco.
Nació el año 45 en la parda Extremadura (Cáceres); allí se formó y creció entre los deberes escolares y las tareas del campo hasta los quince años que se vino a Madrid, sin más ropaje que los cuatro trapos remendados por su santa madre a la luz de un candil y con las perras justas para el billete del tren. En aquellos quince años había curtido su cuerpo y encallecido el espíritu; estaba preparado para resistir sin desfallecer a los planes rumiados que llevaba dentro: abrirse camino en aquel mundo desconocido e incierto. Al día siguiente, ya tenía trabajo y, poco a poco, agarrándose a clavos ardiendo, fue abriendo brechas hasta completar los estudios de ingeniería que ejerció con responsabilidad e ilusión.
Entre los trabajos y deberes familiares, no le quedaba tiempo para concentrarse en desarrollar el amplio argumentario acopiado en su caletre año tras año, hasta que desconectó del mundo laboral. Esta es la primera obra que edita después de diez largos años dedicados a investigar, cotejar y desarrollar los análisis doctrinales que la componen; dejando para ello en compás de espera las novelas, cuentos y poemas que tenía dispuestos para editar, antes de enfrascarse en esta ardua, controvertida y compleja revelación. En ese largo proceso contestatario de rebeldía y denuncias que vierte en esta obra, ha atado muchos cabos sueltos, que aislados no ejercían el influjo debido porque ocultaban las intenciones de dominio de los sistemas doctrinales, políticos, religiosos, dictatoriales y farsantes; siempre confiados en lo difícil que les resulta a los seres humanos mudar sus credos y hábitos ancestrales.