José Joaquín López-Lorenzo Sánchez-Camacho nace en Daimiel, Ciudad Real, en 1959, en plena Mancha, donde se desarrollan la mayoría de las aventuras de la obra de Cervantes. Quizá por este motivo, por sus propios orígenes que se internan en esta tierra mágica y misteriosa a la vez, la obra lo cautiva. Desde corta edad, vive en Madrid, ciudad acogedora para todo aquel que a ella llega, que lo ha visto crecer y desarrollarse, llegando a la literatura con esta su primera obra y primera a la vez de la trilogía Quijote y vida, cuyos títulos restantes verán la luz el próximo año, de mano de las enseñanzas de la obra de Cervantes. No en vano, en su época de estudiante, El Quijote era libro de lectura, que luego, posteriormente, hizo de consulta y estudio. Contable durante más de un cuarto de siglo, habiéndose tenido que reciclar como otras tantas personas a lo largo de estos últimos años. ¿Qué es la vida sino un reciclar continuo y constante? Pasó a formarse como coach en Barcelona y a ejercer como formador, en un periodo en el que se impartieron diferentes materias, algunas de ellas igualmente relacionadas con El Quijote, y aplicadas a la vida cotidiana, tanto personal como profesional, etapa de la que guarda un grato recuerdo y buenas experiencias.
Le fue muy útil su pasión por los libros y por la escritura, así como sus propias experiencias, haciendo últimamente otro recorrido, una nueva ventura por otra serie de actividades totalmente diferentes a las anteriores, pero igualmente enriquecedoras a nivel personal y profesional, siempre con el espíritu algo quijotesco que le viene acompañando a lo largo de su vida. Y como diría alguno de los personajes: «Cuando una puerta se cierra, se abre una ventana». En espera a que este, mi primer título, y los siguientes que seguro vendrán abran una ventana a la que se asomen los lectores en busca de aventuras, de ilusión, magia y pasión.