El autor de Eco y Luces en la Niebla es un ingeniero que ejerció en la empresa privada durante más de treinta años. Su labor profesional nada tiene que ver con la narrativa, ni siquiera sus estudios de Exactas guardan relación con el propósito que nos trae aquí. No obstante, su antecedente literario se remonta a la época de bachillerato, donde tanto compañeros como profesores solían señalarlo en los concursos literarios como alguien con instinto para escribir.
Todo se oxida con el tiempo, incluso la tendencia a sentarse frente a un folio en blanco. Sin embargo, el último resquicio que nos salva de la herrumbre generalizada siempre se esconde en algún pliegue de la infancia o la adolescencia. Quizás sea la luz lejana de ese faro, unida a una serie de personas de interés que ayudan a conformarnos, tanto como individuos como referentes sobre los que situar el horizonte, lo que ha llevado al autor a destapar el viejo arcón de recuerdos, vivencias y reflexiones. Todo ello desemboca en esta novela: Eco y Luces en la Niebla.