Juan Antonio Velasco Cañil nació en la bella localidad de Rascafría en 1955. Después de desarrollar desde muy joven labores propias del medio rural, con quince años comenzó a trabajar como cocinero en el Hotel Santa María de El Paular, en el maravilloso Monasterio del mismo nombre, en Rascafría. Su pasión por el deporte y actividad física en general le hizo un hombre de una gran fortaleza física que desarrolló en paralelo a su fortaleza mental. En 1991, se presentó a las elecciones municipales de su pueblo como cabeza de una lista independiente, obteniendo la victoria que renovó en 1995, ostentando el cargo de alcalde de Rascafría durante ocho años. Durante su mandato, siempre le guió su amor al pueblo y su honestidad a toda prueba, lo que, unido a su tenacidad y fortaleza, le ocasionó grandes problemas con autoridades y poderes fácticos que llegaron a boicotear los proyectos que Juan Antonio había planeado para su pueblo. No obstante, Juan Antonio y su equipo consiguieron hacer realidad importantes mejoras en las infraestructuras y servicios de Rascafría. Como trabajador, Juan Antonio fue representante de sus compañeros durante más de quince años, hasta el momento de su jubilación anticipada obligada por el cierre del Hotel Santa María de El Paular. Al cesar en el cargo de alcalde, en 1999, volvió a su puesto de trabajo como cocinero en el hotel. En este nuevo periodo de su vida, tuvo que enfrentarse como representante de los trabajadores al cierre del hotel en el año 2014 por la decisión irresponsable del Ministerio de Cultura, que desalojó a la empresa que explotaba el hotel en una actuación caprichosa y todavía sin aclarar, que ha ocasionado enormes daños al pueblo de Rascafría y a toda la zona de influencia del Valle del Lozoya. Aún en el presente continúa la lucha contra la Administración por la reapertura del hotel, junto con los vecinos de Rascafría y muchas otras personas, como un reto más en su vida de resistencia frente a las injusticias.