Bueno, hablar de uno mismo es una cuestión bastante difícil. ¿Cómo poder describirse a uno mismo sin caer en la obviedad ni en la alabanza egoísta para que el lector de este poemario no juzgue sin haber leído con atención el interior que se oculta entre estos versos? Desde que tengo uso de razón descubrí que con la escritura uno podía siempre enseñarse al mundo tal cual, mientras que de su interior emanaba todo lo que necesitaba decir.
Posiblemente, para muchos, el escribir sea un acto de narrar lo que sucede a su alrededor, pero para el escritor de poesía, como es mi caso, se trata de dar salida y rienda suelta a lo contrario, a lo que nace en su interior: sus miedos, sus anhelos, sus sueños, sentimientos y lo que a veces pocos entienden, su infierno.
Yo tuve que hacer un viaje de reencuentro, de recuperar la confianza en mí mismo, de ver y saber de lo que era capaz. Un viaje duro, lleno de obstáculos, plagado de incertidumbre, pero, sobre todo, de un pánico terrible a lo desconocido y a ese fundado terror a salir de la zona de confort en la que siempre viví; dar salida al mundo real desde la burbuja de la comodidad y la rutinaria tranquilidad en la que viví durante muchísimos años. Bien es cierto que en mi mente discurre el deseo de sacar al exterior parte de mi mundo interno; he aquí que en ese esfuerzo de cambio salió a la luz mi primer poemario: Metáforas y otros poemas ,un poemario sencillo en el lenguaje, pero cargado de sentimientos, sensaciones y dolor que vio la luz hace ya unos dos años.
En esta mi segunda aventura que me embarco, con este nuevo poemario, Poesía para el otoño, trato de conseguir plasmar no solo mi interior, sino también cómo veo el mundo a través de mi experiencia en lo relativo a mi devenir por el mundo en el que vivo, de las relaciones con mi entorno, del amor y de cómo, a través de la escritura, deshacer de todo lo malo y lo negativo que llevo cargando sobre mis hombros desde siempre. Ahora, gracias a escribir he podido dejar atrás muchas de las malas experiencias, frustraciones y errores cometidos a lo largo de mi camino.
Espero, amigo lector, que este poemario te haga emanar sentimientos y pensamientos escondidos y puedas tener otra visión de ti a través de mí, gracias a estos versos que mi humilde mano escribió, y, sobre todo, gracias por leer el interior de mi alma.