Juan Luis Rodríguez Luque, nacido en Antequera en el seno de una familia de trabajadores, donde el respeto, la honradez y una fe religiosa carente de fanatismos, contribuyeron a un crecimiento personal sin pesados traumas. Magisterio en Granada gracias a la acogida de un tío materno. Ir madurando me llevó a cuestionar la falta de claridad y profundidad en los sermones dominicales. También, a ver la incoherencia del régimen con respecto a la justicia social o los auténticos valores patrios, teniendo la suerte de encontrar personas de hondo calado que me ayudaron a leer los Evangelios en clave del hombre nuevo.
Con la UNED descubrí la sociología, porque las leyes soslayan las causas del delito y la escuela, atenazada por el formalismo y el excesivo peso de las calificaciones, difícilmente trabaja el pleno desarrollo de la personalidad orientada a establecer «un orden social e internacional que haga efectivos los derechos humanos». Como maestro de escuela, procurando mejorar sin perjudicar innecesariamente al alumnado. Practicar la democracia con el PSOE, PSA e IU, y acceder al cuerpo de secundaria en la especialidad de Intervención Sociocomunitaria me permitió una mayor aproximación a la problemática de determinados colectivos y colaborar un tiempo en una asociación de vecinos, escorada ya, en esa época, al sectarismo político.