Juan Antonio o Juanonio va a narraros o contaros algo de su vida como cofrade cacereño.
Allá por los años cincuenta del siglo XX, su padre, Juanito Fajardo, le dio de alta en la Cofradía de los Estudiantes, ubicada en la iglesia conventual franciscana de Santo Domingo, en Cáceres, y a partir de entonces comenzó a participar desfilando como hermano de escolta; tras varios años, empezó como hermano de carga.
A partir de haber hecho el servicio militar, se incorporó a otras cofradías y fue nombrado secretario de actas en las cofradías de los Estudiantes, del Cristo de las Batallas y de la Vera Cruz. Asistió a congresos de hermandades y cofradías penitenciales y a partir de entonces investiga todo lo que acontece en las cofradías más antiguas de la ciudad cacereña, tomando nota de lo que aconteció en siglos pasados.
Fruto de este proceso de investigación nace su libro Reflexiones de un cofrade.
Hoy, ya ajeno al movimiento cofrade, ha querido escribir parte de sus sentimientos semanasanteros. Se dedica a su familia y a los libros que ya ha escrito. Pero investigar todo lo relacionado con Cáceres y su Semana Santa le atrae especialmente.