Estudió Psicología porque nada le parecía más digno de análisis que el comportamiento humano. Escribe, desde que aprendió a hacerlo, sobre esa red que tejen a nuestro alrededor las relaciones personales.
Se inició en la escritura de ficción durante su infancia, con novelas cortas de aventuras, encuadernadas por ella misma. A los 12 años ganó el primer premio de un concurso literario. A los 14, sus compañeras se disputaban su cuaderno, para devorar el nuevo capítulo de una larga saga titulada Love story, en la que narraba las vivencias de una pandilla de adolescentes. Pero a los 16, cuando leyó los relatos de Cortázar y de Borges, le sobrevino el pudor, la necesidad de batallar con cada fragmento del relato, con cada rasgo de sus personajes, antes de mostrarlos en público.
Una mariposa en el café es su primer libro, pero los diez relatos, y los más de treinta personajes que lo componen, empezaron a forjarse hace más de una década. Fruto de su dedicación han llegado a ser lo que son y a presentarse ahora ante el mundo con todos los matices que entrañan los inasibles claroscuros de la conducta humana.