Al ser mi primer poemario, no hay mucho que
pueda decir para que juegue a favor; salvo esto quizás. En lo que respecta al curriculum vitae de estos lares, tengo 39 años y ejerzo como docente de matemáticas. No obstante, mis orígenes son otros. Después de conocer las drogas, alcohol…, con 18 años, sin estudios, empecé a ganarme el pan de cada día repartiendo pizzas. Todo ocurrió tras una adolescencia confusa, que era el paso lógico de una infancia imprecisa. Para ver de qué palo estaba hecho, continué especializándome en el arte del sudor de tu frente, trabajando como peón de aserradero durante tres años. Tras esto, sufrí una fuerte depresión no diagnosticada que duró un año. Me daba pánico salir a la calle, y algunas razones se intentan explicar en este poemario. Con otras espero, cuando sea ca-paz de materializar la idea, sacar otras obras. Tras sobrevivir al aserradero y a ese año aislado, decidí alistarme en el ejército. Estuve seis años sirviendo como soldado de Infantería de Marina y durante ese tiempo me saqué la E. S. O., el bachiller y primer curso de matemáticas por la UNED. Me estaba recuperando, pero no fue nada sencillo. A raíz de ahí, decidí dejar el servicio militar y usar los ahorros para finalizar la carrera de matemáticas en Santiago de Compostela. Necesité tres años.
Este poemario es una consecuencia directa de no sé qué. Supongo que también tendrá algo que ver la experiencia vital descrita, las distintas lecturas realizadas a lo largo de mi vida, el propio ejército… Yo qué sé.