Miquel Casals Planas (1958).
Nací en la comarca del Maresme (Barcelona) y tengo sentimientos
complementarios por dos de sus villas: Sant Andreu de Llavaneres, pueblo que me vio nacer y en el que viví durante 48 años. Representa mis raíces, las de mi mujer, Empar, y la de mis hijos Dani, Axel y Pau. Raíces de mis padres y abuelos.
¿Qué más puedo añadir? Desde hace 11 años resido en Sant Iscle de Vallalta, la falda del Montnegre. Aquí solo he encontrado buena
gente. ¿Solo? No debería escribir solo, aunque hoy en día nuestra sociedad no valora lo que significa buena gente. Durante mi vida laboral siempre me he movido en el mundo de las fnanzas, aunque mi verdadera pasión es mi familia, la lectura y escribir. Antes de esta novela, la Editorial Círculo Rojo me editó, en los años 2015-2016, dos libros de relatos, Abro mi espíritu y Sin la verdad todo es mentira; libros que sirvieron para ayudar a Cáritas con el resultante de sus ventas. Espero que esta no sea mi última novela, pues la que tenéis en las manos está preparada para una nueva novela que parta del final de esta.
Soy un convencido de que mi generación ha perdido la oportunidad o el testigo de precedentes generaciones de fomentar el respeto y el perdón. Espero que las generaciones venideras no cometan nuestra misma irresponsabilidad. Yo, con esta novela y las que sigan, intentaré poner mi granito de arena desde la experiencia. Pero siempre con la colaboración de quien las lea y las exprima.