Nací en el 86 en una de las ciudades más bellas del mundo, Barcelona, en un caluroso domingo de verano, como no podía ser de otra manera. Adoptada por Altafulla (Tarragona), merendaba melocotones a la orilla del mar bajo los últimos rayos de sol en los días de verano, rodeada de aquellos a los que hoy llamo familia. Me gusta volver a refugiarme en mis recuerdos, en ese olor que acompañó mi niñez y que hizo de ese lugar mi rincón perfecto del mundo. Soy una chica sencilla dispuesta a vivir intensamente hasta el final de mi historia. Escritora de corazón y mamá de alma.
Intento ponerle palabras a lo que más nos cuesta expresar: los sentimientos. Luchadora insaciable por una vida plena. Feminista convertida a golpes de realidad. Infértil obligada por el azar. Amante del mar, de las risas, de los viajes, de los sueños. Enamorada de Ella hasta lo más profundo de mis entrañas. Soy romántica y a pesar de los golpes que la vida me ha regalado sigo creyendo en las historias de amor para toda la vida, en princesas de cuentos de hadas. Lo que jamás imaginé es que viviría en mi propio cuento al conocerla. Alguien me dijo una vez que tenía algo especial, pero que yo misma era mi enemigo porque no creía en mí. Gracias a compartir mis pensamientos hechos versos en la cuenta @conLdeJúlia de Instagram empecé a creer en mí y a descubrir qué es ese «algo» que tengo; y es que pongo pasión a lo que hago, aún más a lo que siento. Soy visceral, sensible y cabezota. Dicen que tengo una personalidad arrolladora, de esa que no deja indiferente. Sí, es verdad, soy de todo o nada, no sé vivir a medias y mucho menos cuando se trata de amar.