Pablo Salgado Puente (Madrid, 1998): estudiante de publicidad, filósofo de regional, catador de cerveza de supermercado y organizador de fiestas clandestinas. Tras terminar su primer libro, Se alquila ángel de la guarda, de tintes más personales e íntimos, el autor comienza un nuevo proyecto, su segunda novela, la primera de ficción: Agua de lagarto. La escribe en unos seis meses. Tarda ese tiempo debido a que le pilla el verano de por medio, y por esas fechas al escritor le da bastante pereza eso de escribir: «El calor es horrible, me atrofia el cráneo con sus festivos canturreos», llegó a reconocer Pablo.
Eso sí, cuando escribe, igual está por lo menos dos horas frente al ordenador, a altas horas de la madrugada, pulsando teclas al azar, con una cerveza como socia y el móvil como traidor. El verano acaba pasando, como todo, y consigue acabar la obra. Lo que suceda después es otra historia, imposible saberlo con certeza. Así que podéis seguirle por las redes: @salgadopuente_ e insultarle por la tremenda bazofia de obra que ha llevado a cabo. Seguro que os contesta, hombre..