En su segundo libro, el autor, como en todos sus trabajos, lo que pretende es incitar al posible espectador a ver más allá de lo puramente visual, llevarlo a reflexionar sobre lo que ve o le sugiere la imagen que tiene delante.
Pero en el presente trabajo va un paso más allá y desvela lo que el observador no llega a saber o no intuye. Los pensamientos y reflexiones del autor ante el acto de hacer la propia fotografía. No lo que dice o lleva a hacer pensar la fotografía en sí, sino los pensamientos situados tras la cámara.
Sin abordar cuestiones técnicas, pues no son relevantes, se rebelan motivos, formas y causas de fotografiar a determinadas personas y, en algunos casos, los vínculos que el autor tiene con las mismas.
Todo se llevó a cabo en sesiones íntimas entre fotógrafo y fotografiado, de manera que en cada sesión se llegó, en muchos casos, a niveles de conversación imposibles de alcanzar en otros momentos no tan íntimos. Lo que lleva a su auténtico nivel el acto de hacer fotografía de retratos.