El Castillo de San Blas, también conocido como Castillo de Valdés, por haber pertenecido a esa conocida familia de la burguesía ponferradina, es una construcción de recreo de fábrica caprichosa y bella, imitando una fortaleza antigua, de estilo neogótico, relacionado con las estéticas medievales y con el movimiento romántico.
Capricho y lugar de recreo de otro tiempo, su emplazamiento privilegiado, rodeado de frondosa vegetación, a orillas del río Boeza y al borde del camino de Santiago, hacen del lugar un espacio idílico de indiscutible encanto, que sin duda merece ser rescatado del abandono, protegido y disfrutado.
La finca de San Blas y su castillo son y serán siempre un patrimonio de la Fundación Fustegueras por voluntad testamentaria de su último propietario, pero son también patrimonio de Ponferrada y patrimonio cultural, y, como tal, es un legado común en cuya protección, valoración y activación debería participar el conjunto de la sociedad.