Estimados amantes de la poesía: Mi vida no tiene nada importante que resaltar; yo soy hija de emigrantes andaluces, concretamente del pueblo de Aldeire (Granada), donde transcurría su vida, hasta que, en los años 40 del pasado siglo, tuvieron que emigrar a Cataluña por falta de trabajo; ya que la vida en esos años difíciles, era muy precaria en algunas regiones españolas. Nací en Falset (Tarragona), donde mis padres habían llegado para encontrar una vida mejor. Mi nacimiento fue causa de alegría para ellos; pero pronto se dieron cuenta de que yo no veía bien, lo cual les entristeció mucho, ya que desconocían el futuro incierto que me esperaba a causa de mi deficiencia visual. Los primeros años, fui a la escuela de mi pueblo, pero no podía seguir los estudios primarios, ya que no podía leer los libros de texto, lo cual era un gran inconveniente para mí. Me aprendía las explicaciones de la maestra de memoria, lo que me hacía destacar algo, pero no podía seguir los cursos con normalidad, lo cual era un deprimente fracaso, sin esperanzas de un futuro halagüeño, ni una vida feliz. Pasó algún tiempo; un buen día mis padres se enteraron de que existía la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), que se dedicaba a ayudar a los ciegos y deficientes visuales, dándoles estudios y protección en colegios habilitados para este menester, y cuando me lo contaron a mí, yo les supliqué que me llevaran a uno de esos centros para poder estudiar como los demás niños. Así fue como me afiliaron a la ONCE; y, unos meses más tarde, ingresé en el centro que había en Alicante, donde aprendí el sistema Braille, y otras adaptaciones que me hicieron sentirme igual a los demás, adquiriendo el bienestar y la cultura que yo deseaba tanto. En 1960, me trasladé al colegio de Madrid, donde realicé mis estudios secundarios, algo de idiomas, música, etc. En
1968, terminé el bachillerato; pero no pude ir a la universidad, pues los medios económicos de mis padres no eran suficientes. Tras mi salida del colegio, vine a Barcelona, donde he trabajado como telefonista y en la venta del cupón de la ONCE. Ya estoy jubilada, y tengo tiempo libre para dedicarme a lo que más me gusta. Leo mucho, novela histórica y de otros
argumentos, pero lo que más me gusta es la poesía, sobre todo la época del Renacimiento y el Siglo de Oro, aunque aprecio mucho la poesía de los siglos XIX y XX. Sin embargo,
nunca me dediqué a escribir poemas hasta que las adversidades que me han acaecido en mi vida me llevaron a analizar la belleza del arte poético, dando lugar a desahogar mis tristes pensamientos e inquietudes escribiendo poemas, los cuales decidí plasmar en este libro, que deseo sea del agrado de quienes se dignen leerlo.
Puri Aguila
(Puripoetisa)