¿Cuál es el destino de nuestros pensamientos?
¿En qué ríos desembocan las cascadas de memoria de nuestros recuerdos?
¿Por qué soñamos?
¿Cuál es el sentido de las emociones humanas?
¿Cuál es su propósito?
Los sentimientos generados se esparcen y recorren como espuma estelar diseminada a través de las galaxias. Raúl Rodríguez, nacido en Portugalete (Bilbao) hace cuarenta años, lleva casi treinta de ellos tratando de descubrir cuál fue el destino de su madre fallecida. Sígueme a la muerte, Alicia es la búsqueda más personal del autor, un destierro obligado de la cordura para aceptar otras realidades. Es un desafío al miedo más primario, la muerte del tiempo, la muerte de la propia muerte, la aniquilación, una excavación, una penetración al subconsciente. Un autor obsesionado con una idea, su búsqueda infinita por comprender su sentido en la Tierra lo ha llevado a realizar retos solidarios como: «La gran travesía contra la leucemia», desde Marruecos hasta Senegal. Experiencias personales, lecturas clandestinas y estudios obsesivos sobre el origen del ser humano han alimentado su desbordante imaginación para crear una versión contemporánea y mucho más oscura del clásico Alicia en el país de las maravillas.