¡Hola! Soy Rocío y soy de Lebrija. Desde que tengo memoria, me apasionan los niños y las niñas, por eso me convertí en lo que siempre quise ser: ¡la seño que ellos y ellas se merecen!
Bailo flamenco y disfruto del teatro; estas pasiones me han enseñado a no tener vergüenza a nada, a ser más segura de mí misma y a expresar lo que realmente siento.
Soy una persona cariñosa, creativa, divertida, imaginativa, luchadora y carismática. Siempre tengo esperanza y fe en todo lo que hago.
Dicen que soy dedicada y que pongo energía y constancia en todo lo que hago.
También recuerdo un día muy especial, cuando mi amiga me dijo algo que me hizo sentir muy feliz: que me admiraba porque siempre tenía una sonrisa en la cara, ¡incluso cuando las cosas no estaban yendo tan bien! Esas palabras me llenaron de alegría y desde entonces siempre intento mantener una sonrisa, incluso cuando todo se complica.
Toda esta mezcla de cosas que me hacen ser yo, junto con mis aventuras y experiencias, han hecho que Elda, el personaje principal de mi cuento, se convierta en alguien especial. Elda siempre está sonriente y lista para enfrentar cualquier desafío. Nunca pierde la esperanza y cree que siempre hay una razón para sonreír y luchar, ¡incluso en los días difíciles!
Por eso, con Elda aprendemos a nunca rendirnos y a mantenernos felices. Como a ella, cada desafío nos hace más fuertes. Así que sigamos siendo como Elda, y como yo, y sigamos adelante todos los días para hacer realidad todos nuestros sueños.
¡Y recordad sonreírle siempre a la vida!