Rosa Mª Román Casado (1981, Almería). Aficionada desde niña al mundo del toro, gracias a la pasión inculcada por sus abuelos maternos. Fue observando, escuchando, aprendiendo de ellos y viviendo esas primeras e inolvidables tardes de toros. Quedaba entusiasmada por cómo le transmitían y hacían sentir lo que en el ruedo acontecía y esperando cada año con emoción que llegara la feria taurina de Almería para ir a sacar los abonos y continuar sintiendo esa pasión. Asimismo, recuerda las tardes de domingo, sentada en el porche con la radio escuchando las retransmisiones de las corridas y comentando lo que tenía que imaginar. Así fue como surgió su entusiasmo por este mundo que la envolvió y que la inspiró a escribir sus primeras líneas sobre la tauromaquia, empezó como un juego de palabras que intentaba rimar. Más tarde se convirtió en “la niña de la peña” que, en un primer momento, pasó desapercibida, ya que todos pensaban que los verdaderos aficionados eran sus padres, que la acompañaban. En ese tiempo, conoció a aficionados, periodistas, toreros, ganaderos, novilleros y continuó creciendo su afición. La lectura, las charlas, los coloquios semanales, las conferencias, las visitas a las ganaderías, incluso cursos de tauromaquia la hicieron enriquecerse y querer descubrir más, hasta el punto de ir a apuntarse a la escuela taurina… Todo, sin dejar de lado sus estudios de Magisterio y Psicopedagogía, que la han hecho sentirse realizada impartiendo clase a niños de primaria. Desde que formó una familia, ha dejado de vivirlo tan de cerca, pero con este libro, que para ella es un capricho, quiere volver a acercarse a la tauromaquia y ahora ser ella la que inculque a sus descendientes esa ilusión por el mundo de los toros.