Santiago Lomo Sánchez nace en Salamanca (1.979) y en su Universidad estudia la Licenciatura en A.D.E. Su niñez y adolescencia transcurren entre Puerto de Béjar y Béjar, donde hoy desempeña su profesión de Asesor Fiscal. Dedica su otro tiempo al arbitraje de Fútbol-Sala: “El arbitraje me ha quitado, pero me ha dado mucho más. Lo mismo que la Poesía.”
Y es que la Poesía es la otra gran pasión de Santi. Una Poesía que llamó a su puerta por primera vez tras una noche de aquel verano de 2.007 en su pueblo, con motivo de un recital de Manolillo Chinato, con quien ha tenido la suerte de compartir paisanaje y paisaje; ese singular y único paisaje “a caballo” entre las tierras castellanas y extremeñas.
Santi también se considera deudor de Ismael Serrano, Robe Iniesta (“Extremoduro”) y Migue Benítez (“Los Delinqüentes”); todos ellos poetas, quizás, alejados de las técnicas estrictamente literarias, pero capaces de acuñar unas letras con un contenido sometido a un trasiego humano, callejero y actual, donde confluyen lo de fuera y lo de dentro, lo que el ojo ve y el sentimiento rumia.
Santi, que se encontró con el Duende aquella noche de aquel verano, empezó a tratar con la Poesía con cierto miedo, “de puntillas”, casi “a escondidas”. Pero hoy se ha atrevido a publicar y compartir sus inquietudes.
Y es que la Poesía, es también un arte en continua ebullición, abierta a todas las miradas, a todos los “sentires” y a todos los caminos; porque una noche cualquiera de cualquier verano, uno de esos caminos puede estar surcado por las huellas imborrables del Duende…