Soy Susila, hija de dos países tan lejanos como enamorados de lo diferente y lo prohibido. El ejemplo de mis padres y su forma de entenderse marcaron el camino de espinas que después llegaría en forma de nube para volar.
Nací en Tenerife en 1975 y, aunque he vivido fuera de España y he viajado casi desde que nací, soy una adicta emocional a mi tierra, que me arrastra al huerto de la ilusión cada vez que elevo mis alas para huir de ella.
Esta es mi primera obra, nacida del abandono y el encierro bendito que necesitaba para reencontrarme conmigo y olvidarme de los daños colaterales y crueles que afuera me aguardaban.
La vida continua pero diferente, tan distante y ardiente como cuenta con detalle la protagonista de esta realidad que padece, aunque prefiero pensar que, realmente, la ha disfrutado.
Las letras han sido mi coche de caballos, a la vez que sueño cada día con mi vocación científica y mis continuas ansias de abrir y abrirme en canal tanto de noche como de día.
Cada segundo dedicado a estas líneas ha sido una de las mejores experiencias e inversiones de mi vida. Invertir mi tiempo rodeada de felicidad ha resultado una experiencia trepidante con el hombre de acero verde y el caballero andante.