Alternó estudios formales de la más variada y, podría decirse, contrapuesta índole con la búsqueda de la propia consciencia. Y es en el marco de ese afán de autoconocimiento que se encontró, o quizás fue la misma vida quien se los presentó, con grandes maestros espirituales. Fueron ellos los que la acompañaron a descubrir los grandes secretos de la vida y de sí misma. Secretos que la llevaron a descubrir que la vida es sencilla y fácil de vivir, que la alegría es el material del que estamos hechos nosotros, los humanos y que como seres mágicos que somos, nuestro poder no tiene límites. El ser humano es el misterio hecho materia. Taikú Tao se engendró en un jardín, el viento unió a Bodhi y a Calíope, de su abrazo surgieron imágenes hechas palabras, relatos y cuentos. Ha publicado dos libros que fueron escritos en un principio para susurrarles a sus tres hijos pequeños el mundo por el que ella, su madre, transitaba. Arcano 22 nace para agradecer a la niña y a la mujer que un día fue, sus risas, sus lágrimas, la inocencia y el valor con los que se mantuvo firme ante el pavoroso e inconmensurable vacío.