El tiempo empezó a correr un 19 de enero de 1990 en un pequeño pueblo de la Mancomunidad del Guadajoz, bañado en olivos y a orillas de la N-432.
Mi infancia transcurrió en un hogar humilde lleno de amor, besos y collejas, entre canciones de Queen y Triana.
En mi adolescencia conocí a los que hoy son mis amigos de toda la vida, la familia que se elige. Juntos crecimos rodeados de punk, música electrónica, juegos de rol, alcohol y mucho humo.
Estudié en Córdoba y Komotini (Grecia); bueno, estudiar no estudié mucho, aunque conseguí mis objetivos académicos; lo que sí que hice en esa etapa fue descubrir mi amor por viajar, por el cine y por el ouzo.
Viví durante muchos años entre Ibiza y Granada. La mitad del año trabajaba, y la otra disfrutaba. Mi vida era una montaña rusa con la química de musa. Esos años dormía poco y soñaba mucho.
Actualmente duermo un poco más y sigo soñando igual que antes.
Para cualquier cosa:
vrayapinillos@gmail.com