Sobre mí, la verdad no hay mucho que decir. Lo más relevante para el libro considero que sería que estudio administración de empresas, por lo cual en los poemas Dinero, la economía del amor y el juego de la probabilidad, utilice mucho de lo que aprendí en clases para hacerlo lo más precisos posibles, haciendo analogías más complejas.
Otro dato interesante guarda relación con el poema Vida: un día, iba camino a la universidad cuando vi que un carro se detuvo en las vías del tren tras pasarse el semáforo. El conductor esperaba confiado que el semáforo cambiase, pero no lo hizo y se quedó a unos pocos metros. Me di cuenta de que el maquinista estaba haciendo señas y haciendo sonar su silbato, como diciendo que nos apartáramos. Estando ya más cerca, me di cuenta de que quizás ya estaba frenando, pero por la inercia seguía avanzando, así que grité: «Bajen, bajen». Entre todos empujamos al cobrador, ya que él nos quería hacer quedar ahí. Los demás conductores se dieron cuenta y avanzaron sobre la acera para que la combi avanzara. Una vez salió de las vías el tren, este se detuvo. No hubiese arrollado el carro, pero sí lo hubiera golpeado. Una vez pasada esa experiencia, volviendo de la universidad, aún con el miedo y varias emociones a mil, escribí ese poema, con el que quería expresar que la vida no es como uno espera, pero no necesariamente es algo malo y solo se puede intentar disfrutar, aunque sea entre lágrimas.
Por último, uno de mis primeros poemas nace de una conversación que tuve con una amiga. Ella me dijo que no le gustaba la poesía y que no la entendí, a lo que yo respondí con el poema Todo es poesía, uno de mis favoritos por ser uno de los primeros y por algo un poco pueril, ya que me ayudó a probar mi punto. Bueno, eso es algo sobre mí y los poemas. Una última vez, muchas gracias por leerme, espero que el libro te haya gustado.