A ellas y a ellos, a mi alumnado, a mi preocupación y satisfacción constante.
Ellos son los verdaderos protagonistas de esta historia, como lo son de mi vida.
Niños y niñas que confiaron en mí y depositaron en mis manos su imaginación y sus ilusiones.
Espero y deseo que este proyecto sirva de interés al resto de adolescentes lanzaroteños, para que se acerquen a su cultura de una forma amena y divertida y, sobre todo, para que alcancen el gusto por la lectura y la escritura. Para procurar que, como nosotros, sean capaces de crear mundos fantásticos que les sirvan para evadirse del «mundanal ruido».
Gracias a todos y a cada uno de mis estudiantes, por su paciencia, dedicación, saber hacer y por el cariño que me dieron día a día durante nuestro curso 2021-2022, en el instituto Blas Cabrera Felipe.
Por ellos siempre, por mis niñas y niños, mis pequeños grandes héroes y heroínas.