Antonio Carmona es uno más de tantos españoles, que en estos años tan difíciles, ha perdido un puesto de trabajo. Un directivo confiado en la estabilidad de un buen trabajo y un importante cargo en una entidad financiera ganado a pulso tras muchos años, esfuerzos y sacrificios. Con cuarenta y cinco años, lo consideran ya “mayor” y a pesar de su capacidad, compromiso, oficio, y excelentes resultados ya no da “el nuevo perfil” impuesto en la empresa por infames directivos que terminarán llevando a la entidad a la quiebra y a su desaparición.
Antonio decide no resignarse y luchar. Revive dramáticamente, con nostalgia, los cambios habidos en la Banca, su vida, durante los últimos veinte años. Sufre personalmente una Banca que ya no hace BANCA, y la aparición de una nueva clase de personajes que lamentablemente existen en todas partes.
Todos conocemos en nuestro trabajo, familia, vecindario, incluso entre nuestros mejores amigos, a más de uno. Son depredadores que aprovechan las circunstancias adversas para sobrevivir y hacerse más fuertes a costa de los demás; aparecen, bajo los escombros, como las cucarachas, despreciables pero fuertes e inmunes.
Antonio Carmona se rebela firme y con dignidad en un apasionante recorrido a través de los tres días más decisivos de su vida, en los que emprende una trepidante carrera en solitario en busca de cruel venganza y justicia eterna.