“Y de repente, el mundo se paraliza, tu mundo va a cámara lenta, el estómago se contrae, se abre un agujero a tus pies y la tierra se te traga. Cuando pasan unos minutos tu cuerpo empieza a responder y sabes, a ciencia cierta, que habrá un antes y un después de ese momento.
Esta sensación la he vivido dos veces en mis 37 años, la primera cuando supe que mi vida iba a dar un giro de 180º y que estaba locamente enamorada de mi chico, de eso hace unos 10 años y la segunda fue apenas hace un mes, justamente el 4 de enero del 2012 cuando me diagnosticaron cáncer de mama.”
Con estas palabras inauguraba mi aventura bloguera. Recuerdo que fue un día cualquiera, de un mes de enero cualquiera, en una sala de espera cualquiera, de un hospital cualquiera, cuando sentí la enorme necesidad de explicar lo que estaba sucediendo a mi alrededor. Y así, de este modo, nació “Bebiendo limonada”.
Porque, sinceramente, si la vida te da limones, hínchate a limonada.
“Bebiendo limonada” se compone de cuarenta y dos relatos. Cuarenta y dos entradas fruto de las reflexiones, sensaciones, emociones, pensamientos y experiencias que fui acumulando a lo largo de ese año 2012: El año en que me enfrenté a un cáncer de mama.