Sencillez que impacta
Podemos incluir a Teresa en el grupo de niños que nacieron durante el llamado baby boom y que vivieron la vida a caballo entre tres etapas históricas bien distintas: los años posfranquistas, la Transición y el momento actual de generaciones milleniales, zetas, alfas… que han puesto su mundo del revés.
Por ello, sus escritos son valiosos residuos del alma de los niños que han vivido cambios tan profundos y trascendentales.
No obstante, los temas que aborda son tan universales como variados: la naturaleza, la libertad, el romanticismo, la muerte y su incondicional amor a los animales. A estos últimos les concede un lugar preferente con la clara intención de denunciar los abusos a los que se ven sometidos.
Cabe destacar su observación y su descripción poética sobre las costumbres de antaño: a menudo, estas pinturas grabadas en sus recuerdos van unidas a cierto sarcasmo sobre lo establecido. En cuanto a sus escritos más intimistas, en ellos desnuda su alma con total sinceridad.
Para ella, la belleza es la única llave posible para alcanzar la salvación frente al dolor de las vicisitudes de la vida. Por supuesto, hablamos de la belleza que se esconde en la sensibilidad de los sentidos, los sentimientos, la naturaleza y el arte.