Tres nuevas aventuras de los protagonistas principales de Benidorm zombi: Manolo (el auxiliar de la AEAT) y Benjamín (el vigilante), a la que se une un nuevo personaje, el comisario de las Eras,
de la Policía Nacional. Tres historias de las cuales, las dos primeras se desarrollan en la oficina de la Agencia Tributaria de Benidorm, y la tercera en plena avenida Jaime I y en la playa de Poniente, al más puro estilo del cine de acción EEUU con disparos, peleas, armas, la Policía Nacional, los antidisturbios, los GEO, y persecución de un Hummer en plena playa.
Benidorm 390. Una persona mayor se empeña en presentar el modelo 390 (Resumen anual del IVA) en la oficina, por la tarde, cuando las limpiadoras están haciendo su trabajo. Y como nadie
le atiende, toma como rehenes a las limpiadoras.
Benidorm y el caso del chino. A punto de cerrar la puerta de la ofcina, un chino solicita unos papeles que ni él mismo sabe cuáles son, ni los funcionarios consiguen averiguar. Enfadado, saca
un machete de su trolley y toma como rehén a una funcionaria.
En el momento justo, en el sitio equivocado. Estando Manolo y su hijo pequeño en un semáforo de la avenida Jaime I, se oyen disparos en una tienda detrás de ellos. De la cual, salen unos matones
armados con ametralladoras, y en su huida, toman como rehenes a Manolo y su hijo.
Tres minithrillers a la española, en los que se combina el suspense, la acción y el humor, mucho humor, espontáneo y natural, que surge de los propios protagonistas.
De lenguaje sencillo, con ágiles diálogos, trama directa, ritmo y formato cinematográfico, que enganchan al lector escena tras escena, hasta el fnal, como si estuviera en una butaca del cine, mezclando personajes reales y de fcción. Puro entretenimiento con dosis de suspense, acción y humor, que, además, conseguirá arrancar unas risas al lector.
Mi tercer libro, tras Benidorm zombi y Vampiros, hombres-lobo y algún que otro zombi, al que seguirá estas Navidades Cuentos navideños alternativos.